Es bueno mantenernos en movimiento, disfrutando lo que tenemos, crear experiencias y compartir de lo recibido. Para muchos no es difícil mantener el paso a pesar de las circunstancias y de los improvistos de la vida.
Para otros, el movimiento los altera, les crea una sensación de incomodidad, es como un golpe que los empuja y saca de su zona de comodidad.
Los patrones y estilos de cada individuo son únicos. La raíz de los argumentos y patrones establecidos tienen mucho que ver con los ESTILOS DE CRIANZA. Puede que hayas vivido con varias familias o personas, las que sin darnos cuenta fueron parte de la formación y desarrollo de nuestros primeros años de vida.
Aún cuando decimos que no somos lo que aprendimos, por lo que desaprobamos o creemos que fue innecesario, cargamos con estilos, ideas y creencias del pasado. Algunas las identificamos y otras pasan desapercibidas en nuestro mundo interior, pero con repercusiones en el entorno.
Las experiencias sean agradables o desagradables crean impacto en nuestro ser. Y la manifestación de lo que cargamos será evidente en nuestros movimientos.
Nos movemos, pero no todos al mismo paso ni con el mismo sentido de dirección.
Algunos se mueven:
· En círculos, dando vueltas, cerca de lo aprendido y de los que han recibido apoyo... Muestran poco interés por salir del círculo. Siempre es más fácil lo dado en mano que lo retante por alcanzar en otro territorio.
· Otros se mueven mirando hacia adelante, sin pensar en los que están alrededor, sin considerar ni agradecer. Solo ellos, hasta llegar a la meta. Las metas alcanzan un valor impresionante, de modo que se pierden relaciones y oportunidades de temporada. Los que están cerca se cansan del egocentrismo, de esperar, de la falta de presencia en momentos especiales.
· Algunos se mueven de un lado a otro, un tiempo creen en las oportunidades, luego dudan de las capacidades propias. Hacia un lado, aceleran, buscando el cambio. Hasta que algo se mueva demasiado de lugar, de la zona de comodidad. Entonces se desplazan para el otro lado, en donde las cosas sean más estáticas y convenientes. Donde el miedo y la tolerancia al cambio hagan las pases.
· Otros solo miran hacia arriba, esperando a que las oportunidades perfectas bajen del cielo. La idealización de que todo llegará sin esfuerzo, preparación ni conocimiento forman temporadas largas y vacías. La frustración, desilusión y cuestionamientos son parte de las temporadas.
· Otros como tú y yo seguimos aprendiendo a ENTREGAR DÍA A DÍA nuestro ser, TODO.
Sigue conmigo, no es casualidad que est és en este ENCUENTRO.
¿De quién o quiénes aprendimos a movernos de la manera que lo hacemos?
Aprendimos de los cuidadores primarios, familia, amigos, instituciones, y relaciones.
¿Qué se aprende en el camino de la vida?
· Se aprende a ver la vida con optimismo a pesar de lo vivido, gracias a personas, grupos, relaciones o instituciones, como la iglesia.
· Se aprende a perdonar a otros y a nosotros mismos, por lo que pasó, por lo que no pudo ser, por lo injusto, duro o difícil que fue.
· Se aprende a respetar las diferencias y desacuerdos con respeto.
· Se aprende a vivir sin resentimiento.
· Se aprende a ser honesto(a)
· Se aprende a ser original.
· Se aprende a ver lo que otros hacen mejor, y mucho mejor que nosotros.
· Se aprende a invertir tiempo en lo que realmente lo amerita.
Pero, también:
Aprendemos de los miedos de otros.
Creamos luchas similares a las vividas en los entornos del pasado.
Entonces, los deseos reprimidos de emprender como otros y la inestabilidad de una o varias temporadas, crean el perfecto desbalance de una vida con movimiento y propósito.
Es por lo que en algunas temporadas se habla de cansancio o estancamiento.
Entonces…
Para movernos hacia la dirección correcta, sin agotamiento y con seguridad, solo hace falta ENTREGAR TODOS LOS DÍAS DE LA VIDA al que quiere lo mejor desde siempre. El siempre de Él es eterno.
Necesario es:
· Entregar el orgullo, ese deseo desenfrenado en ocasiones de querer saber todo, y manejar la vida a nuestro antojo. No solo la nuestra, la de los otros, los hijos, pareja, amigos y cercanos.
· Entregar nuestros pensamientos, actitudes y acciones.
· Entregar nuestro cuerpo, con el deseo de que sea Él quien nos enseñe a cuidarlo, creyendo que es su templo.
· Entregar las ruinas del pasado, el presente con sus altas y bajas y el futuro.
· Entregar nos hace movernos por Él y con Él hacia el rumbo perfecto, para establecernos.
· Entregarlo todo a Él nos invita siempre a vivir en expectación, en su paz y con la convicción de que lo que no vemos será bueno, por Él para su Gloria.
Entonces las preguntas válidas para HOY son:
· ¿Hacia dónde nos estamos moviendo?
· ¿Qué nos mueve con fuerza? ¿Hacia dónde nos impulsa esa fuerza?
· ¿Qué necesitamos entregar para ser verdaderamente libres?
· ¿Qué estamos pasando de una temporada a otra que nos agota y detiene el avance?
Recuerda, donde está el Señor hay libertad y se viven muchas experiencias con ÉL por ÉL, ¡para su Gloria!
¡Hoy es un día perfecto para ENTREGAR el PASADO, PRESENTE Y FUTURO!
Decide, cree y vive la experiencia, muévete, con su fuerza, su Gracia.
¡Hoy nada te detiene, su poder se perfecciona en nuestra debilidad!
Entrega al SEÑOR todo lo que haces; confía en Él, y Él te ayudará. Él hará resplandecer tu inocencia como el amanecer, y la justicia de tu causa brillará como el sol de mediodía. Quédate quieto en la presencia del SEÑOR, y espera con paciencia a que Él actúe.
Sal. 37:5-6
¡Bendecido día!
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